
Peligros en el futuro del Taj Mahal
Aunque parezca difícil de entender en un monumento tan emblemático como el Taj mahal, este monumento está amenazado por diversos factores que comprometen su futuro. La contaminación atmosférica, el exceso de visitantes y ahora también la política, constituyen amenazas para la conservación de este delicado templo de marmol. Comentaremos los detalles.
En el centro de la tormenta política
Lo primero que hay que señalar es que el Taj Mahal es un monumento musulmán. Tiene una mezquita activa y fue construido por un emperador musulmán, que empleó en su tiempo a miles de esclavos hindúes en su construcción. Desde corrientes actuales del nacionalismo indio hay movimientos que rechazan el Taj Mahal como monumento representativo de la India, por representar una cultura y religión ajena a lo que consideran la esencia hindú y por haber sido un monumento construido por fuerzas invasoras que se erigió sobre el sufrimiento y la sangre de muchos indios.
El pueblo indio en general se siente orgulloso del que consideran uno de los edificios más emblemáticos y reconocidos en el mundo de la India, pero las voces políticas críticas aumentan su fuerza y están consiguiendo que se reduzcan o eliminen los presupuestos destinados a la rehabilitación y conservación del edificio o que se elimine de los folletos turísticos de la región de Uttar Pradesh donde se encuentra. Según informaciones de prensa, solo una pequeña parte de los ingresos obtenidos de los visitantes del monumento se destina a la conservación del mismo, mientras el grueso restante engrosa las arcas públicas del presupuesto general. Ello se agrava además por las notables carencias que presenta la ciudad de Agra, sus infraestructuras y saneamientos. Hay voces que reclaman que parte de los ingresos del Taj Mahal se destinen a toda la ciudad, con el objeto de entender el Taj mahal y Agra como un conjunto.
Es un problema complejo, en el contexto de los conflictos de civilizaciones actuales y desde luego excede de la capacidad de análisis de esta guía, que solo desea que se asegure el futuro de un monumento de incalculable valor histórico y artístico que deberían disfrutar las generaciones de futuro.
La contaminación
Fuera de cuestiones políticas, la amenaza que siempre ha afrontado el Taj mahal son los elevados niveles de contaminación de su entorno, que afectan especialmente a un monumento construido en mármol blanco. En 1996 se tomó la medida de prohibir el tráfico rodado en los 500 metros a la redonda del monumento y ciertamente ello ha contribuido a mejorar la situación. Los visitantes tienen que utilizar protectores plásticos de sus calzados y cualquier vehículo que se acerque al monumento tiene que estar impulsado por baterías.
Sin embargo la contaminación de Agra, las tormentas de polvo o industrias cercanas como la refinería de Mathura siguen complicando la situación. Las restauraciones y limpiezas del Taj Mahal son costosas, lentas y afectan la experiencia del visitante, que tiene que soportar andamios que afean la vista, sobre todo cuando se instalan en la cúpula o en los minaretes principales. Nadie quiere visitar un monumento lleno de andamios, cuando habitualmente se trata de una visita que se realiza una vez en la vida.
Hay más problemas: las carreteras de acceso son deficientes, los aseos pocos y sucios, los controles de acceso lentos, proliferan sobremanera los buscavidas que molestan al turistas, no hay suficientes papeleras y tras los encantadores muros del mausoleo, reina la suciedad y el caos de Agra
Sin contar el mal estado del río Yamuna, hoy apenas un canal sucio casi estancado, que podría tener un papel especial si se acondicionara para paseos en barca y se limpiasen sus orillas.
Amenazas, peligros, problemas… que pese a todo, no consiguen empañar del todo, la maravillosa experiencia de visitar uno de los monumentos más increíbles del mundo.
Excrementos de insectos
Los excrementos de insectos están volviendo verdes partes del exterior blanco del Taj Mahal, según descubrió el Servicio Arqueológico de la India (ASI). La especie de insecto Goeldichironomus se reproduce en las aguas residuales llenas de aguas residuales del Yamuna y sus excrementos se vuelven de color negro grisáceo con el tiempo, dijeron los expertos. Para combatir esto, ASI ha encontrado una solución: agua y algodón. Mientras se van limpiando las zonas afectadas, se pueden percibir a veces pequeñas concentraciones de estos desechos.
¿Te gustó este artículo?
Valóralo
Nota media 4 / 5. Votos recibidos: 1