Peligros y molestias al visitar el Taj Mahal
Además de cuestiones medioambientales de calor, humedad, mosquitos y otras molestias menores, una de las principales molestias a las que se enfrentan los visitantes del Taj Mahal son los buscavidas, guías y demás personas que tratan de vender algún producto o servicio antes, durante o después de la visita.
El lugar es un paraíso para vendedores y buscavidas. Es el monumento más visitado del país y un imán para turistas. La presión hacia ellos se produce ya en las taquillas de acceso e incluso dentro del monumento. Dentro, la principal molestia son las ofertas de fotógrafos que suelen ser persistentes y agobiantes.
Los vendedores de recuerdos pueden ser muy persistentes y agresivos. Ojo con los precios que suelen estar muy inflados. Hay que regatear mucho. Otra típica trampa turística son las visitas a tiendas o showrooms de alfombras y artesanía en general, en muchas ocasiones organizadas por el propio guía oficial que nos acompaña.
A veces puedes llegar a verte casi obligado a hacer la visita, aunque nadie te obliga a comprar nada. Un consejo que podemos dar es hablar previamente con el guía y solicitar que no te lleve a ninguna de estas tiendas. Se puede pactar una ligera mejora de sus honorarios como compensación a lo que recibiría a comisión en esas tiendas. No es maña idea y todos iréis más relajados al Taj Mahal.
A nivel de robos hay que tener cuidado en el tramo que va desde las paradas de autobuses eléctricos del Taj Mahal y el acceso de seguridad en la entrada principal. Se han observado grupos de ladrones que buscan el descuido del visitante para llevarse su cartera.
Más detalles en nuestra sección de recomendaciones de visita en el Taj Mahal.
Los ataques de monos
En los últimos tiempos están proliferando las noticias de ataques de monos dentro del complejo del Taj Mahal. Lo que puede ser un encuentro pintoresco y exótico puede llegar a convertirse en un buen susto dada la aagresividad que a veces muestran estos primates a la hora de buscar comida.
Grupos de monos se acercan a los turistas que visitan el Taj Mahal en busca de alguna chuchería. En ocasiones llegan a tirar de bolsas en busca de alimento provocando un buen susto al visitante. En estas interacciones se pueden producir arañazos o mordeduras que pueden ser peligrosas en el caso de que el animal sea portador de alguna enfermedad.
Las autoridades locales están tratando el asunto ante el temor de que estos encuentros desagradables puedan afectar al turismo. Estamos seguros de que encontrarán pronto una solución, mientras tanto recomendamos estar alerta ante estos grupos de gamberros primates, no darles de comer y tratar de no llevar encima ningún objeto o bolsa que pueda sugerirles la presencia de comida.
Uso de drones
Recientemente se han dado casos de turistas que han accedido al recinto con drones, causando un notable escándalo, por el peligro de seguridad que ello supone. Está estrictamente prohibido volar drones en el recinto del Taj Mahal y en un perímetro de 500 metros, algo que se recuerda con señales y se informa en los mismos hoteles de la zona. Al parecer, las autoridades locales van a ampliar el número de señales informativas de la prohibición para que no se pueda alegar desconocimiento de la norma.
Recomendamos encarecidamente respetar la prohibición. El usuario de dron se expone a fuertes multas e incluso a penas de cárcel, algo que desde luego no es nada agradable en una ciudad como Agra.
Limitación al culto por razones de seguridad
Recientemente se ha aprobado por razones de seguridad una norma que limita el acceso de los musulmanes a la mezquita anexa al Taj Mahal. Solo los musulmanes residentes en los alrededores del monumento pueden acceder a la mezquita y en horarios concretos del viernes. La razón aducida es por motivos de seguridad, aunque la medida no ha sentado nada bien al colectivo musulmán de la ciudad, que durante más de 300 años ha utilizado ese recinto sagrado como lugar de oración.
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